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Llegados a este punto, convencidos ya
de la necesidad de integrar las RRSS a nuestra práctica educativa, se nos pide
que diseñemos una mini guía o una política de uso de la Red y las RRSS en
nuestro centro. Nos toca, por tanto bajarnos de la nube, (y nunca mejor
dicho) y situarnos a ras de suelo tratando de concretar, de una manera
práctica, cómo puede hacerse esto en un centro educativo, en nuestro centro. Se
nos plantean de inmediato interrogantes como ¿podemos luchar contra la
concepción que tienen los alumnos de ellas como algo exclusivamente lúdico o
las reticencias que muestran muchos profesores sobre su uso?¿los dispositivos
móviles son únicamente un elemento de distracción y fuente de conflictos, como
afirman algunos, y deben permanecer alejados del centro educativo por el uso
inapropiado que se hace de ellos y de las RRSS o por el contrario pueden tener
una aplicación educativa?
Lo cierto es que, se quiera o no, las
RRSS ya están en los centros. Los alumnos, los profesores y los padres
disponemos de dispositivos móviles y hacemos de ellas un uso personal,
profesional o ambos simultáneamente. Esto es ya una realidad. Ignorarlo no
sirve de nada. No integrarlas simplemente será retrasar algo que resulta
inevitable. Que los dispositivos móviles y las RRSS pueden ser un motivo de
distracción y provocar algún problema por su mal uso, pues evidentemente sí,
pero esto se puede producir en el centro educativo, en la calle, en el
domicilio o en cualquier otro lugar. Prohibir no es la solución; lo que
hay que hacer es enseñar a utilizarlas bien.
Está claro que debemos apostar por el
uso educativo y responsable de dispositivos en las aulas y los centros
educativos. Para ello, cada centro debe definirse en este sentido y hacer
un posicionamiento sobre la Red y las RRSS consensuado por todos los agentes
educativos. Es muy importante que los planteamientos establecidos sean
aceptados y asumidos por padres, alumnos y profesores, plasmándose en una
política al respecto muy clara, sencilla y sobre todo que sea práctica. Se
debe informar a todos los profesores, alumnos y familias de las normas de
utilización en el centro de los dispositivos autorizados y todos deben
comprometerse a respetarlas asumiendo las consecuencias de su incumplimiento
(las posibles sanciones).
El punto de partida debe ser el
establecimiento de unos objetivos muy concretos respecto al uso de
las RRSS:
- Fomentar la utilización de las redes sociales con fines educativos
formando en las buenas prácticas en su uso.
- Incorporar gradualmente el concepto BYOD, “trae tu propio
dispositivo”, siguiendo los criterios que se establezcan en el centro.
Hemos de tener muy claro que la
integración de las RRSS no es simplemente “trae tu dispositivo, nos conectamos
y lo usamos en clase”. Se requiere una reflexión y un trabajo previo con
los alumnos que debe hacerse desde las tutorías y desde las distintas áreas
curriculares, implicando también a las familias y a las asociaciones de madres
y padres ya que su participación es imprescindible. Resulta más que aconsejable
la firma de acuerdo o compromiso de utilización por parte de padres, alumnos
y el propio centro, en el que se deje constancia expresa de los compromisos
que adquieren todas las partes. Es necesario crear un equipo de profesores
responsable de la coordinación de las actuaciones y que estará a cargo de
la promoción de las buenas prácticas en el uso de las redes sociales así como
del control de las normas que se establezcan para su correcto funcionamiento.
El uso de la red será gestionado por un administrador (preferentemente el
coordinador TIC del Centro).
Las NORMAS BÁSICAS PARA EL
CORRECTO FUNCIONAMIENTO pueden ser las siguientes:
- El alumno asume la total responsabilidad
en el mantenimiento
y protección del dispositivo personal. El Centro no se hace responsable en
ningún caso del hurto, extravío o rotura del mismo. El mantenimiento de
cualquier tipo de dispositivo (su carga eléctrica, instalación de
actualizaciones o el arreglo de cualquier problema relacionado con el software
o hardware del dispositivo) son responsabilidad del alumnado y su familia,
aunque el centro les asesorará en cuanto necesiten al respecto.
- El alumno deberá usar su
dispositivo tal como lo indiquen sus profesores. Durante las horas de clase, el
alumno deberá usar los dispositivos y el acceso a la red únicamente para
acceder a las actividades propias de la dinámica del aula. No se podrá
descargar ni utilizar ninguna aplicación o programa durante la clase sin la
autorización del docente. El profesor podrá tener acceso al dispositivo del
alumno para comprobar la utilización del mismo cuando lo considere necesario ya
que se trata, en ese momento, de una herramienta educativa.
- El alumno no puede utilizar el
dispositivo para grabar, transmitir o enviar fotos, videos u otros archivos de
otros alumnos o de miembros del personal docente o no docente, ni subirlos a
Internet ni publicarlos o difundirlos por cualquier otro medio.
- El alumno utilizará únicamente las
redes del centro educativo. El uso de conexiones inalámbricas particulares no está
permitido al no poder aplicarse las posibilidades de filtrado, regulación y
control establecidas por el centro.
- El código de conducta en
relación a la utilización de los dispositivos y al comportamiento en la red (netiqueta)
deberá adecuar el tipo de lenguaje a su contexto (fines educativos, académicos
o lúdicos) manteniendo el respeto en la forma y el contenido de las
comunicaciones. Si se detecta algún contenido
malintencionado u ofensivo que afecte al centro, al personal docente o no
docente, alumnos o familiares se comunicará a la Dirección del centro.
- Se tendrá especial cuidado en todo
lo relativo al respeto a la propiedad intelectual y a la Ley Orgánica
de Protección de Datos.
- El incumplimiento de las normas
establecidas sobre el uso dispositivo personal, la Red y las RRSS puede
conllevar la prohibición de su uso y/o una sanción disciplinaria según
lo establecido en el Reglamento del Centro.
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