martes, 5 de mayo de 2015

¿Necesitan los centros educativos un plan de comunicación externa?


plan
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Se nos plantea aquí la importante cuestión de la necesidad o utilidad de desarrollar un plan de comunicación externa para los centros educativos. ¿Necesario? ¿Útil? Pensemos.
 
Resulta evidente que la comunicación constituye un elemento fundamental del sistema educativo y que todos los centros han establecido desde siempre una comunicación con su respectiva comunidad educativa, en mayor o menor medida, utilizando distintos medios, persiguiendo finalidades diversas y, por supuesto, obteniendo un mayor o menor grado de eficiencia en esa comunicación.

Nuestro sistema educativo se asienta sobre la base de la participación de los distintos agentes estableciendo, en consecuencia, un modelo participativo. La educación es cosa de todos: administración educativa, centros, profesores, alumnos y familias. La comunidad educativa es, por tanto, amplia y diversa y los distintos agentes implicados tienen perspectivas diferentes sobre la misma. Todos los puntos de vista deben contemplarse y tenerse en cuenta. Esto todavía hace más necesaria si cabe una adecuada comunicación, y una comunicación entendida no como una simple transmisión unidireccional de contenidos sino como el establecimiento de un diálogo, una conversación y una interactuación. La comunicación constituye, por tanto, un elemento fundamental para que lo que llamamos comunidad educativa sea primeramente eso, una auténtica comunidad. En nuestra era digital, con internet y las RRSS presentes ya en todos los aspectos de nuestra vida, la comunicación 2.0 nos ofrece un amplio abanico de posibilidades que no debemos desaprovechar para que esta comunicación sea fluida y multidireccional.

Hasta aquí hemos visto la importancia de la comunicación y las ventajas que la era digital nos ofrece pero no hemos hablado de la conveniencia o no de establecer un plan de comunicación de centro. Lo cierto es que muchos centros utilizan ya, junto a los canales tradicionales de comunicación, sus propias páginas web o blogs, además de los medios que las diferentes intranet de las administraciones educativas ponen a su disposición y que permiten comunicar notas, ausencias, tutorías, etc. Están utilizando, por tanto, las TIC pero quizás no lo están haciendo desde una perspectiva global y planificada, sin unos objetivos precisos y posiblemente de manera descoordinada. Es por esto que resulta más que aconsejable que los centros desarrollen la relación con su entorno de una manera consciente y planificada y para ello es necesario que diseñen y cuenten con un plan de comunicación de centro, de la misma manera que se desarrollan otros planes que se incluyen en su proyecto educativo. La forma de enseñar y de aprender está cambiando con la red y las redes. Ahora, a nivel individual, cada uno construimos nuestra identidad digital y nuestro PLE; los centros, como espacios de aprendizaje, también construyen un particular PLE y una identidad digital institucional que deben ser capaces de gestionar. La comunidad educativa necesita comunicación y un plan de comunicación de centro puede satisfacer o por lo menos encauzar esta necesidad de comunicación.
El plan de comunicación debe ser muy claro en cuanto a los objetivos que se plantee, los públicos a los que va dirigido, los canales que se van a utilizar y el estilo que se utilizará en función del canal y el público al que vaya dirigido el mensaje.
http://avanzamosenfol.blogspot.com.es/2014/05/plan-de-comunicacion-externa-en-un.html
El gran objetivo de un plan de comunicación debe ser, sin duda, contribuir a mejorar el proceso de enseñanza y aprendizaje implicando en ello a toda la comunidad educativa, pero de manera más concreta debe servir para:
-         Dar a conocer el proyecto educativo del centro.
-         Servir de medio de expresión y comunicación de todos los miembros de la comunidad educativa para hacerles partícipes de la vida del centro.
-         Difundir información que pueda tener un interés general y/o particular.
-         Abrir el centro al entorno, gestionando así la identidad digital que el propio centro va adquiriendo.

¿Qué puede aportar un plan de comunicación a la comunidad educativa? Adoptamos distintos puntos de vista para tratar de hacer una aproximación.
Desde la perspectiva de un centro educativo el plan de comunicación externa puede ser un magnífico escaparate en el que mostrar sus señas de identidad y una manera de transmitir información relevante a los diferentes públicos. También puede servir para fomentar la participación en aspectos que impliquen a los distintos agentes de la comunidad educativa, especialmente a la hora de redactar algunos de los documentos educativos que deben ser consensuados.
Como profesores puede servirnos para establecer una comunicación adecuada con las familias, los alumnos, otros compañeros –del propio centro o de otros- o instituciones, así como para recibir información seleccionada de aspectos educativos como podrían ser los cambios normativos que se produzcan, cursos que se imparten, etc.
Como familia esperaría que un plan de comunicación facilite una comunicación rápida de aspectos como faltas de asistencia o incidencias concretas de mi hijo o hija en particular, fechas de exámenes y evaluación, recibir información de actividades organizadas por el centro u otras instituciones, solicitar información directamente a profesores, concertar entrevistas o tutorías, contactar con el AMPA y otras familias, por ejemplo, pero, sobre todo, que esta información fuese recibida por la familia sin tener que ir a buscarla expresamente, de una manera cómoda y directa.
Como alumno desearía que este plan permitiese expresar los problemas que realmente presenta el centro desde el punto de vista del alumnado así como recibir información de manera amena y fácilmente comprensible, tanto de aspectos educativos propiamente dichos como aquellos otros que puedan resultar interesantes.
En lo relativo a los públicos y los canales evidentemente nos vamos a dirigir a toda la comunidad educativa, entendida en su sentido más amplio, utilizando los canales más adecuados al contexto concreto del centro, que deberemos conocer a través de encuestas o cualquier otro mecanismo que nos permita conocer su situación real y sus expectativas al respecto. Cada tema y cada público requerirán un canal específico pero sin descartar a priori ninguno para nadie aunque si utilizando un estilo en los mensajes adecuado al público al que se dirija. Para los aspectos generales podemos utilizar la web del centro, los distintos blogs que podemos crear y redes sociales como facebook, twitter o pinterest, por citar algunas de ellas. Para aspectos concretos e individuales resulta más aconsejable la intranet o plataforma de la administración educativa correspondiente (en La Rioja, la plataforma RACIMA permite esta comunicación directa y funciona bastante bien; imagino que en otras comunidades ocurrirá lo mismo).

Como vemos, un plan de comunicación de centro ofrece muchas ventajas aunque presenta también algunos inconvenientes o dificultades. Hacerlo bien requiere conocimientos, tiempo y esfuerzo ¿quién debe ser el encargado de desarrollarlo y gestionarlo? ¿se recurrirá nuevamente al voluntarismo del profesorado para que invierta su tiempo y esfuerzo y, como ocurre a menudo, con un escaso reconocimiento? Desde luego el plan de comunicación debe ser consensuado con toda la comunidad educativa.
Debemos ser también muy cuidadosos con todo lo relativo al tema de la protección de datos de carácter personal ya que además tratamos con menores en la mayoría de ocasiones. Es necesario conocer la normativa al respecto y cumplirla escrupulosamente.
Otro aspecto importante que no debemos pasar por alto es que en ocasiones nuestros actos educativos terminan convirtiéndose, nos guste o no, en actos administrativos (me estoy refiriendo a asuntos relacionados con temas disciplinarios o reclamaciones de promociones o titulaciones, por poner un ejemplo). En estos casos respetar todo el procedimiento administrativo establecido en lo relativo a las comunicaciones en tiempo y forma resulta fundamental, y esto debe tenerse en cuenta en el plan de comunicación.
Por último, señalar que el plan de comunicación en manera alguna debería convertirse en uno más de esos documentos burocráticos que se hacen en las centros, que se redactan (o se copian y/o adaptan directamente de otro centro que ya lo hizo) y que luego quedan en eso: un documento “precioso” que está ahí porque nos obligan a hacerlo, que casi nadie conoce y que casi nadie utiliza y haciendo lo mismo de siempre de la manera de siempre. Tiene que ser algo práctico y al servicio de toda la comunidad educativa.

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